A modo de resumen: se sitúa en el Japón del siglo XVII, momento histórico en el cual el naciente pueblo cristiano vivió una de las más terribles persecuciones. Dos jesuitas en Roma deciden desembarcar en las islas y averiguar sobre si es verdad el rumor de que el padre Ferreira ha apostatado, y en caso afirmativo, ayudarle a volver a la fe. Encuentran al padre Ferreira y éste les habla de que no hay más camino que apostatar, porque si no, les torturarán a ellos y a sus feligreses. Finalmente, la cosa termina en que el protagonista, el padre Rodríguez, decide seguir los pasos de Ferreira y, pisando una imagen de Jesús, apostata. Tras ello, luego adopta un nombre japonés y se casa.
Por el interés y la controversia generada en torno a la película, os ponemos a continuación un breve comentario de Monseñor José Ignacio Munilla expresando su opinión. Desde su punto de vista “...es una película errática en la que en el fondo lo que se está proyectando es el relativismo de nuestros días”. Más adelante comentará otro aspecto algo irónico y sorprendente de los protagonistas: “...en la película, al final, esos jesuitas que han apostatado teóricamente para salvar la vida de los demás, terminan ellos en convertirse en delatores de otros cristianos para que les cojan presos”.
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