Reyes Sánchez
Reyes Sánchez vivió una de las experiencias más dolorosas que una madre puede sufrir. Su hijo Juan, a los 19 años, murió defendiendo a un amigo durante la Feria de Sevilla. A la luz de lo que vivió en esos momentos, escribe hoy.
Carta a mi hijo Juan
Mi querido hijo Juan:
Este año hace 11 años que te marchaste. Ningún día has estado fuera de mi pensamiento y en la esperanza de que, por encima de no tenerte, de los recuerdos y los pensamientos, muchas veces dolorosos que me hacen llorar, también tengo el convencimiento de que cumpliste la misión que aquí te correspondía y que ahora la continúas con más plenitud en el Cielo.
Alabanza
La alabanza es contar las maravillas de Dios, para su gloria, unida a la bendición; es hablar bien de Él, porque todo es para un bien mayor.
Señor, sostenme en la persecución
Mi buen Jesús:
“Ven, Espíritu Santo, devuélveme la alegría de tu salvación, no me quites tu santo espíritu. Afiánzame con espíritu generoso. Los pecadores volverán a Ti”. Renuévame por dentro.
Nuestra lucha no es contra la carne ni la sangre
Querido Dios:
Otra vez he vuelto a abortar la vida que Tú quieres hacer crecer en mí, a través del seno de María, que es la Iglesia, engendrándome con su Palabra para que pueda nacer una criatura nueva que tiene que nacer de lo alto, y que no es ni la carne ni la sangre lo que va a alimentarla para que crezca, sino tu Espíritu.